

Asi le hemos llamado toda la vida. No se si es muy correcto, pero siempre me he referido asi a encadenar dos disciplinas (usualmente bici y carrera a pie) dentro de la misma sesion de entrenamiento.
Aun recuerdo la primera vez que corri justo despues de bajarme de la bici; fue una experiencia dura pero muy excitante. Durante los primeros minutos, mis cuadriceps estaban casi bloqueados, la sensacion de terreno bajo mis pies era casi nula y mi estilo de carrera pues...mejor dejarlo.
Para mi, el momento mas bonito de cualquier triatlon es la segunda transicion, cuando empiezas a correr despues de haber pedaleado duro durante 20,40,90 o 180 kms. En ese momento me siento triatleta. Es el momento que creo que identifica con mas claridad, con mas pureza, a nuestro deporte. El momento de asimilar un cambio de disciplina sin que baje el rendimiento, de concentrarse en la tecnica, de tener paciencia, de sobreponerse a las malas sensaciones.
Yo he entrenado toda la vida las transiciones. Las he hecho de todo tipo: largas, llegando a hacer 120-140 kms de bici y a continuacion 2 horas de carrera a pie, y muy cortas, como cuando me llevaba el rodillo a la pista de atletismo y hacia 8-10 x (4´fuerte en rodillo + 800 mts fuerte a pie). En fin, de todo tipo. Y siempre ha sido mi entrenamiento favorito, aquel que siempre me hacia llegar a casa con la sensacion de haber trabajado duro. Nunca me ha defraudado y estoy seguro de que siempre influyo positivamente en el rendimiento en competicion.
Sin embargo, de unos años a esta parte, se ha venido cuestionando el beneficio de este tipo de entrenamiento, especialmente cuando se hacia una carrera media-larga despues de la bici. Los modernos entrenamientos apuestan mas por carreras cortas o muy cortas a ritmo medio-alto despues de la bici. Las transiciones largas (las que mas me gustan) parecen ofrecer mas contras que pros y solo las defiende algun entrenador de la vieja escuela. Posiblemente lleven razon las nuevas teorias. Posiblemente correr dos horas despues de 4-5 horas de bici sea un desgaste fisico demasiado intenso, tanto que anule cualquier adaptacion. Posiblemente sea asi, pero teorias del entrenamiento hay casi tantas como triatletas.
Pero...
Pero yo seguire haciendo transiciones largas, muy largas. Porque me hacen sentir triatleta sin necesidad de ponerme un dorsal. Porque psicologicamente me preparan para la competicion mejor que ningun otro entrenamiento. Porque creo que no hay otra forma mejor de simular las condiciones reales de un triatlon y entrenar asi nuestras capacidades fisicas y mentales. Porque me gusta hacer kilometros. Porque disfruto con ellas.
Al margen de mis gustos, razonados o no, creo que es un debate bastante interesante.
¿Transiciones si? ¿Transiciones no?