Y llego el 2008. Y con el, el ya tradicional chapuzon de año nuevo.
Asi es, que mejor manera de empezar el año que nadando un rato en el mar; un baño vivificador que nos llena de energia y nos purifica despues de tanto exceso navideño.
A media mañana, y tras una hora de carrera (para calentar...), nos enfundamos los neoprenos ante la cara de extrañeza de los paseantes que habia a esas horas por la Playa de San Juan, y, sin pensarlo dos veces, nos tiramos de cabeza a un mar frio, limpio y en perfecto estado para nadar y, sobretodo, para disfrutar. Fueron unos 20´de nado continuo suave, con los pies congelados pero sin frio en el resto del cuerpo (genial el Sailfish Attack que estrenaba). "El Pez", haciendo honor a su nombre, se metio 45´de nado, pero claro, estaba en su medio...
Pero para valientes, Manolo y Juan que pasaron de neopreno y se metieron "a pelo"; ellos si que saben...
Y, como siempre, cervecita al acabar y un dia mas disfrutando de mis amigos, del deporte, de la naturaleza. De la vida, en definitiva.
Somos afortunados.
Gracias.
3 comentarios:
Antonio,luego no te quejes si te pones malo,jeje,parezco tu abuela,jeje.Estais como una moto,un saludo.
Joder Pez, la noche después de leer tu comentario ha vuelto a pasar. He vuelto a tener la misma pesadilla que hacía años que no tenía, ya había conseguido dormir bien y ahora no, otra vez no, por favor!!. En esta pesadilla aparece una Canondale amarilla con ruedas Spinergy, y un tipo encima con bañador turbo con badana, marca De Soto, con su camiseta tri De Soto blanca y con los laterales a cuadros de colores y en la muñeca un Accurex II. Siempre es lo mismo, llega una cuesta el pulso a más de 180 y esa Canondale que se va, siempre se va, nunca la cojo, siempre mi cuerpo explota. Hay veces que en el llano también me revienta. Si corro con él, me vuelve a destrozar (es que hace 1 h 15 en 1/2 maratón, tranquilamente), y tan sólo me quedaba la natación (creo que todavía no había leido aquella revista en la que se decía que Greg Welch empezó a nadar con más de 20 años y sólo era capaz de nadar los 100 metros entre 1'45 y 2 minutos.
Me despierto sobresaltado, el pulso a más de 150, joder, joder, que ya ha vuelto. Él ha vuelto. Hay muchos triatletas de la zona que no habían nacido entonces (triatléticamente hablando), pero preguntar a los viejos del lugar..., ellos os contarán. Tener cuidado. Yo he visto cosas que nunca os creeriais. Que Mark Allen me dé fuerza, la voy a necesitar.
Bueno, Javi; alegrate, es tan solo eso, una pesadilla...
Aun estoy muy lejos de mi antiguo nivel en bici, pero estamos trabajando en ello....
Gracias, tio.
Un abrazo.
Antonio
TSA / terra Bikes
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